8M feminista y ecologista. Relación entre la violencia contra las mujeres y la destrucción ambiental, problemas ecosociales por resolver.

 

Cd. de México, 8 de marzo, 2023.- En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer (8M), la organización Mujeres por la Sostenibilidad Ambiental y Alimentaria A.C. (MUSAA), asociaciones civiles, artistas, colectivas y activistas ecofeministas marcharon juntas el tradicional camino hacia el Zócalo; además suscribieron y presentaron previamente una solicitud ante presidencia, dirigida al Presidente Andrés Manuel López Obrador para exigir que responda ante los múltiples atropellos contra la Naturaleza y las mujeres.

 

La violencia, las desigualdades de género y la destrucción de los ecosistemas están estrechamente relacionadas con los objetivos económicos y la jerarquización de los poderes políticos de un sector muy reducido y privilegiado de la sociedad, dejando en tremenda desventaja a grupos sociales históricamente discriminados, como es el caso de las mujeres.

 

Las mujeres ocupamos un rol clave en la defensa de la Naturaleza liderando múltiples luchas por la protección y defensa de los territorios y la vida, además de ser referentes de la generación y conservación de conocimientos que ayudan a preservar la cultura y las tradiciones que sustentan el tejido social. 

 

Sin embargo, entre 2012 y 2021, el país registró 154 agresiones letales en contra de personas defensoras; 131 de ellas ocurrieron entre 2017 y 2021. Tan solo en 2021, México se colocó como la nación más violenta en contra de quienes defienden el ambiente y el territorio al registrar 54 casos, de acuerdo con los datos del informe de Global Witness.

Para abonar, datos de la Front Line Defenders, aseguran que en 2020 se registraron 19 asesinatos, de los cuales cuatro fueron de mujeres, incluidas al menos tres mujeres trans. 

 

La participación en la vida política de las mujeres de los territorios rurales, urbanos y de las  periferias es necesaria para plantear acciones, proyectos colectivos y políticas públicas incluyentes acordes a las realidades de cada una. No debemos dejar fuera a ninguna. 

 

Para ello es imperante un cambio de pensamiento, contrato social y hábitos que nos ayuden a reconectar con la Naturaleza y con los demás seres con quienes compartimos la vida. De otra manera, prevalecerá este sistema económico injusto y orden social violento y machista al que estamos sometidas. Hagamos todo por colocar la vida en el centro de todo el quehacer humano.