A partir de un exhaustivo estudio llamado: "Agricultural diversification promotes multiple ecosystem services without compromising yield" realizado recientemente y publicado en la revista científica "Science Advances" se demuestra que las técnicas y métodos agroecológicos no comprometen los rendimientos de los cultivos, según el estudio, en el 63% de los casos encontraron que la agricultura ecológica favorecía y regeneraba la biodiversidad sin afectar los rendimientos, inclusive aumentaron.
Practicar la agroecología no es sinónimo de sacrificio; este reciente estudio demuestra que las y los agricultores que adoptan medidas de cultivo sostenibles a partir de técnicas respetuosas con el ecosistema, mantienen el rendimiento de sus cultivos; además, en la mayoría de los casos estas medidas ecológicas aumentan la producción.
Este es uno de los primeros análisis a gran escala sobre los beneficios ambientales y económicos de la agricultura ecológica, confirma que la diversificación en la práctica agrícola realmente beneficia a la biodiversidad y a los agricultores.
El equipo internacional de investigadores basó su análisis en un gran cuerpo de investigación, que comprende 5,000 estudios que exploraron 42,000 sistemas agrícolas en múltiples países y entornos. A partir de esta biblioteca de datos, identificaron seis métodos agrícolas sostenibles fundamentales, incluida la diversificación de especies de cultivos, la adición de hábitat de vida silvestre a las tierras agrícolas, la reducción de la labranza del suelo y el enriquecimiento del suelo con materia orgánica. Luego analizaron el conjunto de datos para mostrar qué tan beneficiosas son para el ecosistema y cómo afectan el rendimiento de los cultivos.
En la gran mayoría de los casos (63%), estos métodos agroecológicos impulsaron la biodiversidad, sin ningún costo para los rendimientos, esto indica una ganancia mutua para las personas y el planeta; de hecho, en muchos casos, los rendimientos de los cultivos aumentaron como consecuencia de métodos agrícolas más ecológicos, en comparación con los enfoques dominantes de la agricultura moderna, como el monocultivo y la labranza intensiva.
Tras un análisis más detallado, se mostró que los aumentos de cultivos estaban relacionados, en particular, con métodos de enverdecimiento que mejoraban la fertilidad del suelo y el ciclo de nutrientes. Eso tiene sentido, porque estas son características que aumenta la salud del suelo, haciendo que los nutrientes estén más disponibles para que los cultivos los absorban generando un crecimiento más productivo, explican los investigadores. Y aunque los beneficios ambientales de los métodos agroecológicos pueden parecer intuitivos, ya que en realidad no existían muchos datos que demostraran científicamente este hecho, este estudio a gran escala es de los primeros en demostrar esta conexión de manera tan completa.
Los investigadores encontraron que en casi el 70% de los casos, las tácticas de diversificación produjeron efectos positivos en la biodiversidad y mejoraron los servicios de los ecosistemas; incluyendo efectos de goteo con una mejor calidad del agua, mejorando en consecuencia la salud del suelo, aumento de la polinización a medida que más insectos se sienten atraídos por cultivos diversificados y hábitats de vida silvestre que se han incorporado a las tierras agrícolas. Además, en condiciones adecuadas y bien planificadas de labranza cero favorece considerablemente el secuestro de carbono en el suelo (mitigación de la crisis climática). En general, se reveló una poderosa sinergia entre las técnicas agrícolas más ecológicas, los beneficios ambientales y el rendimiento de los cultivos. Pero hay otro ingrediente crucial que se requiere para que esto realmente funcione para el planeta y nuestros sistemas alimentarios, y es lograr que más agricultores participen.
Para que los agricultores se convenzan de los multiples beneficios de la agroecología, desde diferentes sectores debemos apoyar el intercambio de conocimientos, la implementación y mejora de tecnologías e infraestructura, y otros incentivos para alentar a más agricultores a asumir su papel de productores de alimentos sostenibles y sanos.
Esta investigación confirma las multiples evidencias de que la agroecología es una práctica ética, necesaria, sostenible, justa y rentable y que de hecho, pueden generar más ganancias. Ante la agroindustria dominate y otros negocios alimentarios destructivos, este es un mensaje positivo que los agricultores y el resto del mundo debemos valorar.
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